domingo, 12 de junio de 2011

Tengo miedo a…

La primera vez que me preguntaron sobre cuáles son miedos, divagué durante algunos segundos buscando en mi cabeza un respuesta rápida. Puedo decir que  no fue tan fácil… No es un asunto de egocentrismo machista de la vieja escuela. Se creía que los hombres eran fuertes al carecer de miedo. Idea totalmente equivocada ya que es como intentar interrumpir el girar de la tierra, es simplemente imposible. Los sentimientos y los miedos están siempre presentes, se trata de aprender a comprenderlos, aceptarlos y manejarlos.
Sin sentimientos no hay pasión. Sin pasión es imposible encontrarle sentido a la vida (¿lo tiene?), ergo hay que entregarse a nuestros sentimientos. Escuchar nuestro corazón capaz no nos hace tomar las decisiones más inteligentes, pero sí  las que nos hacen más felices. Lo racional no siempre nos satisface, eso nos diferencia a los humanos del resto de la naturaleza: vamos más allá. Y sí, me considero irracionalista. Como dijo el gran Einstein, “No todo lo que puede ser contado cuenta, y todo lo que cuenta no puede ser contado”.
Volviendo al tema del miedo, tampoco es que soy un psicópata incapaz de sentir miedo. Definitivamente ese no es el caso. Mis miedos no son banalidades como temerles a los perros. Van más allá. Creo que se resumen en que ya de viejo me pregunte ¿Qué hice en mi vida? ¿Realmente cumplí mis sueños? ¿Dejé una huella positiva en alguien? ¿Cómo me recuerdan? ¿Aproveché la vida? ¿Fui verdaderamente feliz? El no tener respuesta o no tener las respuestas que espero tener me asusta.
Dedicar mi vida a algo que realmente no me gusta, que no me llena, que no me inspira no es atractivo en lo absoluto. Como dice el grupo caraqueño Telegrama, “Puede que no sepa lo que quiero, pero sé lo que no quiero ser”.  En esa canción ellos hacen referencia a un término que me llama bastante la atención en cómo lo definen. Definen como “Prisionero” a la persona que vive trabajando en lo que no le satisface, arriesgando su felicidad por el beneficio económico que dicho trabajo le traiga.
Me preocupa realmente no ser capaz de cumplir mis metas, mis sueños y expectativas. No ser capaz de alcanzar el éxito. No me refiero al éxito como la prosperidad económica, sino a  que cada día te levantes y estés satisfecho con lo que haces, que es una reflexión de lo que eres, ¿o viceversa? Defino éxito como ser feliz con las elecciones que tomaste, que te llevaron a donde estás.  Es alcanzar la satisfacción personal, que es algo que tampoco es completamente alcanzable. Nunca existe un “tope” máximo que se puede alcanzar en ese aspecto, es algo muy subjetivo. Consiste en un trabajo constante y que nunca acaba por la búsqueda de la felicidad, que consiste en la satisfacción personal (que a su vez, engloba al éxito).
Hay que tener en cuenta que la realidad de nuestro país es cada vez más complicada, lo que dificulta la realización de nuestros sueños, pero no los imposibilita. Las puertas se van cerrando día a día, pero debemos luchar por nuestro país, nadie no los debe arrebatar. Y si, hago énfasis en la palabra nuestro, porque así lo es.
Personalmente quiero realizar mis objetivos, mis sueños, mi vida en mi país. Si no tienes con quién compartir un logro, es la mitad de satisfactorio conseguirlo. Y yo quiero compartir los logros que están por venir con mi gente. Mi gente significa todos y cada uno de los 28 millones de habitantes que tiene Venezuela. No es que no estoy abierto a la posibilidad de otros países y culturas diferentes, si no que este es mi escenario, por lo tanto aquí quiero actuar.
Es muy triste que un sentimiento en común entre gran parte de los venezolanos es la incertidumbre de desconocer qué pasará. Obviamente es imposible predecir el futuro, estés donde estés. A lo que me refiero es que en países del primer mundo planifican y pronostican lo que pasará en los próximos cinco años. Definitivamente, ese no es el caso con el que nosotros tratamos, o los pronósticos no son nada positivos. Tenemos dos opciones: quedarnos estáticos como si fuésemos a ver una película en el cine, o ser los actores de dicha película, intentando cambiar las cosas para mejor. Eso se ve reflejado en el dicho “Si la vida te da limones, aprende a hacer limonada”, pero recuerda, al menos de que no tengas hielo y azúcar, tu limonada va a apestar. Si eres más creativo puedes agregar cachaca  a la mezcla y obtienes caipirinha, opción un poco más tentadora para ciertos paladares.
Dejando un poco el tema del país y volviendo a los miedos, hay que recordar que mientras reflexionas sobre la vida, ésta pasa frente a tus ojos sin que te des cuenta. Como dice el líder de los Beatles “La vida es lo que pasa mientras estamos ocupados haciendo otros planes”. Otra frase relacionada a la felicidad, del maestro del cine Woody Allen es “La única manera de ser feliz es obviar todo lo malo”. No comparto en un 100% su punto de vista, debido a que dicho personaje se considera a sí mismo como un pesimista, pero en parte tiene razón. Mientras tu capacidad de comprensión y reflexión de lo que está pasando sea mayor, es más probable que te des cuenta de todo el mal que existe, hecho que obstaculiza tu camino en la búsqueda de la felicidad.
Uno debe preocuparse por vivir, experimentar cada momento, intentar hacer cada momento mágico. Como dijo Horacio hace un largo tiempo, Carpe Diem: Aprovecha el día, no dejes que pase sin que hayas experimentado o aprendido algo nuevo. Opino que hay que vivir cada día como si fuese el último. Esto no significa entregarse por completo a las tentaciones, autodestruyéndote, olvidando el futuro. Pero hay que recordar que lo único que realmente tenemos en la vida es el presente.
Volviendo al tema del miedo, es imposible no sentir miedo. Valiente no es aquel que carece de miedo, sino aquel que actúa a pesar de él. Valiente no es aquel que no siente, si no aquel que llora con la cara descubierta.

2 comentarios:

  1. Hola Juan! Comparto toooodas las ideas sobrevlas cuales has reflexionado en esta publicación, yo, a mis 42 años, TAMBIEN tengo muchos miedos, y a medida que se abren más puertas en mi camino surgen, paralelamente, nuevos miedos, que se suman a los que ya tenia... Pero siempre recuerdo lo que me enseñó mi mamá con relación a el tema de los miedos, ella decía: el miedo debe ser precisamente el motor que debe impulsar tus energías para superar lo que se te presente, eso lo llaman "resiliencia". Entonces, frente a mis miedos lo primero que he aprendido a hacer, es lo que en cierta forma tu comienzas aconsejando que se debe hacer "reconocerlos", luego, los contextualizo, o sea, por qué lo siento?, desde cuándo, a qué o quién, etc. Y después determino y reconozco las herramientas o fortalezas con las que cuento para enfrentarlo, y si descubro que no las tengo (las herramientas), las busco, urgentemente, entonces, al ataque, a enfrentarlo, armado, aprovisionado, con el Quijote, y mientras más temprano lo enfrente más rápido lo venzo. Decía San Pablo, (uno de los apóstoles más fuertes de Jesucristo): si Dios está conmigo, ¿Quién contra mí?. Yo también temo por la incertidumbre en la que estamos sumidos los venezolanos de estos días, también temo por no saber si mis planes de futuro EN MI TIERRA VENEZUELA se van a materializar, bueno, por eso es que me levanto todos los días a a las cinco de la mañana, me conecto con Dios, alimento mi cuerpo con un poco de ejercicio y salgo con la mayor de las ilusiones, cada día del año escolar a dar lo mejor de mi en nuestro Colegio Integral El Ávila, donde, gracias a tu profesor de Literatura, Carlos Alzuru y su señora madre, Ramona de Alzuru, que creyeron en mí para invitarme a formar parte de este proyecto de colegio, estoy trabajando, realizando y creciendo cada día más y más desde septiembre de 2000. Gracias por haberme invitado a leerte en este blog. Arturo Phillips, tu profesor de Instruccion Premilitar.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Arturo por leer mi blog, y que bueno que te haya gustado. También comparto lo que piensas sobre los miedos, y me parece muy interesante que hayas mencionado la resiliencia.Pienso que más allá de ser mi profesor de Premilitar, también te tienes que identificar como mi amigo jajaja. Se te quiere mucho, un abrazo.

    ResponderEliminar